lunes, 28 de noviembre de 2011

Uno de los nuestros


Hacia 1787 Europa silbaba indistintamente las melodías de las óperas de Mozart y de Vicent Martin i Soler. Es evidente que algo ha cambiado desde entonces, si bien no en lo que al salzburgués se refiere, que ha visto cómo su fama se acrecentaba con el paso del tiempo mientras el valenciano caía en el olvido y hoy son sólo unos pocos los que recuerdan su nombre y muchos menos los capaces de reconocer alguna de sus obras.

Pero en vida de ambos (Mozart 1756-1791; Martin i Soler 1754-1806; así que totalmente coetáneos) sus creaciones se rifaban los más importantes teatros de Europa para ser estrenadas. Llegaron incluso a compartir libretista, el gran Lorenzo da Ponte, que si para Mozart fue el escritor de su tan celebrada trilogía italiana "Las bodas de Fígaro" (1786), "Don Giovanni" (1787) y "Così fan tutte"(1790), también lo fue de la trilogía equivalente del compositor español: "Il burbero di buon cuore" (1786), "Una cosa rara" (1786) y "L'arbore di Diana" (1787).



Es más, Mozart supo reconocer el talento de su competidor (no me gusta utilizar esta expresión hablando de músicos, pero la dejo para favorecer la tensión narrativa), podríamos decir que en vida y obra, ya que en el banquete de Don Giovanni (5ª escena del 2º acto: Già la mensa è preparata) incluye un breve fragmento reproduciendo una melodía del primer acto de "Una cosa rara". Don Giovanni ha invitado a cenar al comendador, y aunque sabe que es difícil que acuda (él mismo dio buena cuenta de él en el primer acto atravesándolo con con su espada), ha hecho colocar en la mesa un cubierto para su invitado y ha contratado a unos músicos para que amenicen la velada interpretando piezas de moda de aquella época: Come un agnello, aria de una ópera de Giuseppe Sarti (1729-1802), Non più andrai del propio Mozart perteneciente a "Las bodas de Fígaro" y la citada de Vicent Martin i Soler. La del valenciano es la primera que suena y Leporello la reconoce inmediatamente: "Bravi! Bravi! Cosa rara!". No puede haber mayor reconocimiento que este para ningún músico. ¡Nada menos que citado por el mismísimo Wolfgang Amadeus Mozart en su ópera más universalmente reconocida! ¿Y os podéis creer que en España a veces se pasa por alto este detalle? En el subtitulado de las representaciones en el Teatro Real de 2006 contextualizaron el comentario de Leporello como "...es extraño..." omitiendo la alusión a la ópera del compositor valenciano. ¡Para llorar! Tampoco es inhabitual comprobar que muchas publicaciones, inlcuso las especializadas, pasan por alto esta cita.

"Una cosa rara" se estrenó el mismo año 1876 que "Las bodas de Fígaro", ambas en el Burgtheater de Viena. La del genial Amadeus se representó dos veces; la del valenciano setenta y ocho. Sus melodías sonaban en casas y calles y llegó a hablarse de un estilo en el vestir de las damas de sociedad de la época inspirado en los personajes de "Una cosa rara, ossia bellezza ed onestà" (título completo). "L'arbore di Diana" se representó en este mismo teatro de Viena alrededor de setenta veces por temporada entre 1787 y 1792, siendo una de las óperas en italiano más representadas de su época, insisto, la época de las grandes óperas italianas de Mozart.



No quiero entrar en comparaciones cualitativas, pero entiendo que Vicent no debía de ser ningún manta cuando consiguió triunfar en toda Europa, incluida Viena, más allá de lo éxitos cosechados por el genio austriaco en vida y de forma equiparable a la mozartmanía posterior. Pero a los genios (a todos ellos) hay que mimarlos para que no caigan en el olvido, y la mejor forma de hacerlo es preciamente no olvidarlos. Y cuando son olvidados en su propio país, no podemos esperar que se les recuerde en ningún lado. Hoy hay muchos que visitan Salzburgo atraídos por la figura del genial compositor. Nos han inistido hasta la saciedad para que así sea. Recuerdo que cuando yo lo visité el fervor mozartiano era apabullante, me atrevería a decir que excesivo.

Que nadie piense que me gustaría ver las principales calles de nuestras ciudades invadidas por llamativas siluetas de Vicent Martin i Soler troqueladas a tamaño real anunciando Paellador,



...pero me consta que entre eso y el olvido existen innumerables opciones de hacer mayor justicia a este gran compositor valenciano, el único que en vida consiguió, si no ensombrecer al gran Amadeus (olvidémonos de una vez por todas de esa absurda pretensión de tensión narrativa), sí al menos brillar más resplandecientemente que el propio Mozart.

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El pasado 22 de noviembre, día de Santa Cecilia, patrona de la música, fallecía a los 63 años Montserrat Figueras, soprano que junto a su marido, Jordi Savall, participó en la única grabación conocida de "Una cosa rara" con Le Concert des Nations y La Capella Reial de Catalunya. Descanse en paz y gracias por todo.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Poniéndole música a un poema


Quisiera ser estrella para verte.
Y quisiera ser bosque y ocultarte.
Y ser nube del valle y abrazarte.
Y quisiera ser viento y sorprenderte.

Quisiera ser el mar. Adormecerte,
y al ritmo de mis ondas acunarte.
Y ser un alto sueño y ensoñarte.
Y ser llama de amor para quererte.

Quisiera ser la brisa que respiras.
Quisiera ser la fuente donde bebes.
Quisiera ser el río en que te miras.
Quisiera ser el aire en que te mueves.

Y yo quisiera ser, cuando suspiras,
el Pensamiento, amor, en que me lleves.

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Versos de amor de Edad Prohibida
Letra: Torcuato Luca de Tena
Música: Jose Lorente
Guitarra, güiro, natural shaker y voces (Paloma y Jose)
grabados en casa el 2 de noviembre de 2011.

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